Asegurar la eficiencia energética en los sistemas de climatización en edificios es una prioridad necesaria para conseguir los objetivos de ahorro que priman en cualquier construcción actual.
Tradicionalmente, las medidas articuladas de cara a fomentar la eficiencia energética en este sector, tanto de edificios industriales como comerciales y de vivienda, han puesto el foco en la utilización de energías renovables, pero la refrigeración por condensación evaporativa es una alternativa de probada eficiencia para lograr dicho ahorro energético, que, paradójicamente, se enfrenta a una legislación restrictiva que tiene como resultado
La tecnología de condensación por enfriamiento tiene tres grandes protagonistas: los sistemas húmedos (torres de refrigeración y condensadores evaporativos), sistemas secos (aerocondensadores) y sistemas híbridos. La decisión de instalar uno u otro depende en gran medida de las necesidades de la industria o instalación que se desee refrigerar, los cálculos energéticos son un dato clave que debería guiar la decisión de las ingenierías.
En este sentido, y hablando en términos generales, para un consumo energético,las torres de refrigeración disipan aproximadamente cuatro veces más calor que los sistemas secos y el doble que los sistemas híbridos. En este aspecto, la ventaja de las torres de refrigeración y condensadores evaporativos es clara.
Otra ventaja de estos equipos reside en que el espacio ocupado por los sistemas húmedos es siempre inferior al de otras tecnologías y, además, la torre de refrigeración es el equipo más silencioso, “con un 9% menos de presión sonora que los adiabáticos y un 7% menos que los sistemas secos, mientras que los híbridos son los equipos que emiten más ruido”, indica el mismo informe.
que se fomenten equipos de mucho mayor consumo energético.