En un momento como el actual en el que el turismo es uno de los sectores más afectados por la crisis económica generada a raíz del COVID-19, hay que poner la mirada en todas aquellas medidas que puedan contribuir a favorecer el ahorro energético, prioritario en este sector, donde la demanda energética es elevada, tanto en materia de climatización como en refrigeración de alimentos. En este contexto, la refrigeración evaporativa constituye una alternativa en materia de sostenibilidad, seguridad socio sanitaria y reducción del consumo.
La refrigeración evaporativa es una tecnología limpia y segura, de gran valor como alternativa energética para amplios sectores de la industria, entre ellos el turismo, en el que el acondicionamiento y la renovación del parque hotelero, al objeto de lograr los máximos niveles de eficiencia energética, es esencial.
Buena parte del consumo energético de estos establecimientos se concentra en las instalaciones frigoríficas de refrigeración y en el acondicionamiento de aire. Los equipos de refrigeración evaporativa -torres de enfriamiento y condensadores evaporativos- están llamados a desempeñar un papel de primer orden en ambas áreas.
Estos equipos favorecen el ahorro energético, ofrecen ventajas económicas, al requerir inversiones inferiores a las demandadas por soluciones similares, son respetuosos con el medioambiente, seguros para la salud humana y ofrecen una larga vida útil
En concreto, los complejos hoteleros pueden verse altamente beneficiados gracias a las ventajas que aporta esta tecnología en materia de eficiencia energética, en especial en dos aspectos:
- El acondicionamiento de aire: es una de las principales aplicaciones de la refrigeración evaporativa. Tanto por su uso como por su diseño estos equipos ahorran energía. En primer lugar, las temperaturas más bajas de enfriamiento de agua aseguran un funcionamiento óptimo del proceso y reducen el consumo de energía; en segundo lugar, el equipo es altamente eficaz energéticamente debido al uso de transferencia de calor latente de evaporación.
- La conservación de los alimentos: la refrigeración industrial se utiliza en cerca de las dos terceras partes de las instalaciones de la industria alimentaria. En el caso del sector turístico, es un factor a tener presente en los bares y restaurantes de los complejos hoteleros, en la medida que se propicia la optimización energética en la conservación de alimentos. Ésta es más prolongada cuanto antes se consigue reducir su temperatura a los niveles óptimos de almacenamiento. La conservación de carnes, pescados, frutas, hortalizas y productos lácteos, entre otros, se asegura por medio de bajas temperaturas.
En resumen, estos equipos ofrecen una combinación idónea de uso de energía y coste de instalación, que deriva en una óptima relación inversión/rendimiento frente a soluciones similares.