Con el precio de la electricidad disparado, algo tan básico y sencillo como una limpieza regular de los elementos de una instalación puede ayudar enormemente a reducir el coste de la factura.
¿Por qué es necesario limpiar?
La limpieza contribuye a optimizar la eficacia y mantener la eficiencia energética, lo que garantiza menos fallos y una mayor vida útil de los equipos. Impide el depósito de impurezas en los componentes: los filtros sucios impiden la libre circulación de aire/líquido, lo que obliga a la unidad a trabajar más y, consecuentemente, a consumir más energía.
Además, una limpieza adecuada impide la proliferación microbiana, así como mohos y depósitos de materiales contaminantes capaces de provocar obstrucciones y corrosión.
¿Cómo escoger el producto adecuado para cada limpieza?
Un ‘todo-en-uno’ nunca será ideal porque los sistemas, componentes e impurezas son distintos. También distintas aplicaciones tienen necesidades específicas, así como los diferentes componentes del sistema: evaporador, condensador, circuitería….
Los productos de limpieza deben seleccionarse en función de distintos factores: