Desde la EFCTC, el director general para EMEA FluoroChemicals de Chemours, responsable del Grupo de Data & Investigations y miembro del Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC), nos habla de los avances y del compromiso de la industria para crear y trasladar al mercado nuevos refrigerantes que ayuden a las empresas y al sector del frío a cumplir con los objetivos medioambientales de reducción de emisiones. Pero advierte de la necesidad de la implicación de los Gobiernos y de frenar el mercado ilegal de gases refrigerantes.
- ¿Cuál es la misión de EFCTC?
El Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC) es un grupo sectorial del Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC) y está representado por las empresas Arkema, Chemours, Daikin Chemical, Honeywell y Koura.
Nuestro objetivo, entre otros, es proporcionar información actualizada sobre las aplicaciones, la seguridad, la salud y los efectos ambientales de los HFCs (hidrofluorocarbonos), los HFO (hidrofluoro-olefinos) y la legislación europea e internacional pertinente.
Desde la EFCTC proveemos de la información y datos actualizados con los que conocer no solo las novedades y actualidad vinculadas a la legislación, sino también los efectos medioambientales, impacto en los objetivos de cambio climático y protección de la capa de ozono que el comercio ilícito de gases provoca. Además, llevamos a cabo una intensa actividad divulgativa y apoyamos a la industria, la Unión Europea y los estados miembros en la aplicación y fortalecimiento de la legislación vigente y en el necesario control en las aduanas para identificar los gases procedentes del comercio ilícito.
- Los gases refrigerantes HFCs (hidrofluorocarbonos) han sido los más afectados por el Reglamento F-Gas dado su elevado efecto invernadero. ¿Podemos decir que ya existen en el mercado mezclas HFCs y HFOs de bajo potencial de calentamiento atmosférico?
El objetivo de las limitaciones establecidas por la UE a través del Reglamento F-Gas es reducir la utilización de gases con un alto PCA (Potencial de Calentamiento Atmosférico), entre ellos los HFCs. De allí el establecimiento de cuotas con las que lograr una reducción del 80% del uso de HFCs en 2030.
Esta limitación se plantea de manera gradual, precisamente, para dar tiempo a que la industria, en colaboración con las instituciones públicas y la Unión Europea, pueda desarrollar nuevas soluciones de bajo PCA y que sean sostenibles. En su día la transición a los HFCs supuso la inversión en I+D y en nuevos equipos por parte de la industria, ahora nos encontramos ante otro momento clave en el que las compañías deben hacer y están haciendo un importante esfuerzo por investigar y desarrollar nuestras soluciones.
La próxima generación de gases fluorados, los HFOs (los hidrofluoroolefinas), tienen un potencial de calentamiento atmosférico (PCA) mucho más bajo y, de hecho, algunos ya pueden reemplazar a los HFCs.
Es el caso de los A1 HFO, que permiten al usuario final mantener los mismos equipos. Sin embargo, hay otro tipo de hidrofluoroolefinas, los A2L HFO, que sí requieren remplazar los equipos y, por tanto, hay que tener en cuenta que esto tiene un coste para algunos de los actores de la cadena de valor de la refrigeración -quienes quizás ahora no pueden reemplazar de manera inmediata su equipamiento, además de lo contraproducente que resultaría para el medio ambiente reemplazarlo ahora antes de su fin de vida útil.
- La reacción de la industria para proveer estas alternativas ha sido extraordinariamente rápida, ¿cómo ve el futuro de estos gases refrigerantes?
La industria ha respondido de forma positiva a esta regulación y, aunque todavía quede un largo camino por recorrer, ya están apareciendo nuevas alternativas más sostenibles que los HFCs.
Para combatir el cambio climático es necesaria la vinculación entre la industria y las instituciones públicas, ya que cumplir con los objetivos de reducción implica disponer de soluciones alternativas, recursos para invertir y, sobre todo, concienciación de lo importante que es respetar el sistema de cuotas y atajar la entrada de gases procedentes del comercio ilícito. Esto es, aquellos gases que o bien entran fuera de los circuitos de cuotas, o no son declarados en las oficinas de aduanas o bien entran en condiciones prohibidas por ley como son los cilindros desechables-.
Desde la EFCTC insistimos en este aspecto porque un creciente comercio ilícito de este tipo de gases pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos de reducción. Hace falta que todos los actores de la cadena de valor de la refrigeración sean conscientes de ello y estén comprometidos. Es relevante destacar que un informe del pasado 2019 de la Agencia de Investigación Medioambiental (EIA) -Doors Wide Open: Europe’s fluorishing trade in hydrofluorcarbons- apunta a que un 83% de las empresas preguntadas han tenido constancia o sospechas de comercio ilegal de HFCs, mientras que un 72% ha visto o le han ofrecido refrigerantes en cilindros desechables, que son ilegales en Europa. Es evidente que tenemos un reto por delante y que desde los estados queda camino por hacer. Este mismo informe indica que durante 2018 entraron ilegalmente en los mercados de la UE el equivalente de un 16% de las cuotas permitidas.
- ¿Podemos considerar el mercado ilegal de gases refrigerantes un freno a la industria en su objetivo de desarrollar soluciones alternativas para cumplir con los plazos previstos por el Reglamento F-Gas?
La importación ilegal de HFCs a los mercados europeos, esto es, fuera del sistema de cuotas definido por la UE, está mermando la efectividad de la normativa F-Gas en su lucha contra el cambio climático.
La industria puede estar invirtiendo en I+D para encontrar soluciones alternativas y cada vez más eficientes, pero si en paralelo el mercado se inunda de gases fluoro carbonados que entran de manera ilícita estos esfuerzos se quedan en nada. De ahí que insistamos en la concienciación, en la formación de los actores de la cadena de valor de la refrigeración y en todas aquellas medidas que pueden aplicarse desde los estados miembros.
Desde la EFCTC creemos que es clave el rol de las oficinas de aduanas y los controles que estas realizan para identificar partidas ilegales. Esto supone que los trabajadores empleados en estas oficinas reciban formación y cuenten con las herramientas necesarias para poder conectar los datos procedentes del registro de HFCs con la información que recogen las aduanas.
Es por ello que reclamamos la creación de un sistema electrónico en las aduanas que permita a los profesionales una comparación, en tiempo real, entre las importaciones declaradas en las fronteras y las cuotas disponibles de HFC en el registro -donde constan los importadores y las respectivas cuotas que le han sido asignadas-, de este modo podrían identificar más fácilmente las partidas ilegales.
- ¿Cómo describiría la situación en España? ¿Cuál es el porcentaje de gases procedentes del comercio ilícito en el país?
En España contamos con un elemento que en otros países europeos no tenemos y es el impuesto sobre los gases fluorados, que distorsiona el mercado y suministro de estos gases. Si a la falta de un control riguroso de las cuotas fijadas por la F-gas le añadimos este impuesto, el incentivo a las importaciones ilegales de HFC es aún mayor. Y no debemos olvidar, además, el fraude en este impuesto, con lo que se merma más si cabe los los esfuerzos de la industria por ajustarse a las cuotas y desarrollar alternativas.
- ¿Qué pueden hacer los estados para frenar este comercio ilícito?
Instamos a las autoridades a hacer cumplir la regulación y compartir las mejores prácticas entre los Estados miembros. También necesitamos una mejor aplicación de la ley fronteriza para asegurarnos de que las regulaciones ambientales de la UE, como el Reglamento F-Gas, se implementen efectivamente en todos y cada uno de los mercados de la UE.
La industria está dispuesta a colaborar con las autoridades, proporcionando datos y pruebas sobre las infracciones para contribuir a la aplicación eficaz de la normativa F-Gas.
Es por ello que, este año, la EFCTC se centrará en concienciar sobre este problema a toda la cadena de valor, apoyando investigaciones independientes sobre el volumen de los HFCs ilegales en Europa y desarrollando estrategias para ayudar a las autoridades a combatir el contrabando.
Para contribuir a la solución de este problema, hemos abierto una línea de reporte (Action Line) a través de la cual se pueden denunciar de manera anónima los productos que incumplen con la F-Gas y el propio comercio ilícito de HFCs si se tiene sospecha o conocimiento de ello: https://efctc.integrityline.org/index.php. Hasta el momento, esta medida ha tenido muy buena acogida. Sólo durante los primeros meses desde su activación, hemos recibido 228 denuncias de actividades ilegales, de las cuales 14 proceden de España
Además, creemos que hacen falta sanciones más severas y que se unifiquen la implementación y cumplimiento estricto de la F-Gas en todos los estados, ya que por el momento hay muchas diferencias.
Por último, estamos trabajando para lanzar un sistema de Track & Trace (monitorización y trazabilidad) para asegurar que todas las compañías de la cadena de valor se ciñen a las cuotas.
- ¿Cuáles son las claves para la refrigeración sostenible?
Una refrigeración sostenible ha de dar respuesta a los retos y objetivos en relación con el desempeño medioambiental y a la agenda europea para el 2030, a la par que también es sostenible económicamente, esto es, que satisface las necesidades del usuario final y los objetivos de negocio de toda la cadena de valor de la refrigeración.
La Unión Europea se ha marcado unos objetivos muy ambiciosos y si quiere que las medidas diseñadas tengan un impacto real y efectivo, en lo que a protección medioambiental se refiere, debe ser muy estricta. El Pacto Verde Europeo establece una hoja de ruta con acciones para dotar a la UE de una economía sostenible y eso pasa por garantizar una transición en la que todos tenemos un rol clave.
La industria debe responder constante y rápidamente a las demandas de desempeño medioambiental de los refrigerantes. Hicimos la transición de los CFC a los HFCs y ahora, conscientes del efecto que tienen estos gases, seguimos trabajando para desarrollar productos con un bajo potencial de calentamiento global (GWP).
La innovación es una de las palancas de la industria de los gases fluorados y transiciones como la que estamos viviendo hoy no son nuevas. Llevamos más de 40 años mejorando continuamente y desarrollando nuevos productos más seguros, fiables y eficientes. Así que la transición a la próxima generación de refrigerantes será otro paso adelante.